Mi #primeranovela, El Pazo de Lourizán, viaja pronto a su primer club de lectura, Amarindas (Mourente) y a su primera presentación en Madrid, donde nací y he vivido hasta hace tres años que cambié mi residencia a #Marín. A lo mejor puede parecer sencillo poner este hashtag, pero a mí me ha costado todo ese tiempo publicarla. Empecé a escribirla un día después de fallecer mi padre, el 10 de abril de 2019, pero llevaba madurándola durante mi vida. Si no salió antes es porque no tenía que salir. Buscaba con ahínco el personaje que la pudiera contar.
Ninguno me parecía lo suficientemente creíble para ejercer de narrador, hasta que, tras su fallecimiento, como si fuera él quien por las noches me lo susurrara como hacía cuando me contaba el cuento de «Zurrón, canta, si no cantas, te daré con la palanca», empecé a escuchar una voz interior que me pareció el mejor punto de vista para narrarla. Esa voz me decía: “No lo olvides, no te vaya a pasar algo y entonces esta historia no se sepa…” y producto de esa voz que era mi conciencia surgió el punto de vista y la voz narrativa de la primera parte de #ElPazodeLourizán. Ahí fue cuando conseguí sacar unas líneas y tirando de ese hilo cerré el primer borrador dos meses después de comenzar.
¿Por qué muchas #reseñas confunden la segunda con la tercera persona? No lo sé. Cuando escribes en segunda persona el sujeto es TU, no EL, ELLA o ELLOS y el verbo conjuga con el sujeto. Ejemplo: “Tú siempre la esperabas impaciente. Intuías su presencia incluso en el descansillo de la puerta”.
De esa manera, inicié la historia de El Pazo de Lourizán en segunda persona. Es cierto que escritores de renombre advierten que la segunda persona narrativa es la más rara de encontrar, la que más cuesta leer, porque, de alguna manera, suele ser más apelativa, pero como autora necesitaba separarme de la trama y por eso la utilicé. Me vino bien, interpelar, alejarme de los personajes que iba describiendo, descubrirlos en la distancia, intentando utilizarlos con la objetividad que suele perseguir un periodista (aunque casi nunca se consiga).
La carátula
La carátula del libro está integrada por dos imágenes premonitorias: el Palacio tal y como está ahora y la mujer escondiendo el sobre con ribetes rojos y azules. Os animo a visitar a todos el Pazo de Lourizán, al lado de #Pontevedra y #Marín y ver el esplendoroso #Pemberley español que tanto le habría gustado a #JaneAusten para situar allí a Mr. Darcy y Lizzy Bennet. El palacio del fondo de la portada, que alberga la primera escuela de #Forestales de #España y cuenta con algunas de las especies vegetales más raras del mundo, es una maravilla. Debo decir que me encanta el vestido de la mujer, su delicadeza y elegancia, y ese detalle de la carta que anuncian algo por descubrir: los enigmas de #ElPazodeLourizán, porque de eso va esta novela: de lo que se calla y no se cuenta, de lo que se oculta.
La promesa cumplida
El 11 de mayo de 2022 se publicó El Pazo de Lourizán y espero que os guste su lectura, tanto como a mí me apasionó escribirla. Es una historia sencilla, sin grandes pretensiones, pero es un cuento que me fue narrado oralmente hace mucho tiempo y que pensé que podía ser agradable de oír o leer. Al menos, a mí, me encantó escucharlo de una voz dulce y tierna, con acento #gallego. Es también una promesa. Por eso la dedicatoria de esta primera novela va para quien me lo contó. Así comienza este libro:
A Amparo, por contarlo;
A mis padres, Fina y Gisleno, por ocultarlo;
A Ave y mi hermana Inma, por alentarlo.
2 respuestas a «#ElPazodeLourizán : El uso de la segunda persona»
Deseando leerlo, con todo el cariño y espíritu crítico que tengo.
¡Gracias! Ojalá te guste♥️